Uno de los factores más importantes para elegir el auto que vamos a comprar es la transmisión. Hay quienes prefieren los autos automáticos por su suave manejo y facilidad de aprender, y los que se inclinan por un auto mecánico disfrutan más del manejo, además de que su costo es menor.
La diferencia básica y más importante entre conducir un vehículo automático y uno mecánico es que en el automático no se hace uso del ‘clutch’, ya que el cambio se efectúa de forma automática como su nombre lo indica.
Para conducir un vehículo automático sólo hay que poner la palanca de cambio en una de las velocidades (Drive), pisar el acelerador y el freno para detener el auto. El paso de unas velocidades en sentido ascendente o descendente las hace el sistema de forma automática. Para la reversa simplemente se coloca la palanca en R (Reverse) y se acelera.
A los amantes de las transmisiones manuales les provoca dolor de cabeza pensar en cambiar a una transmisión automática y viceversa. Existen ventajas y desventajas en cada tipo de transmisión, pero mucho depende de lo que a uno le gusta utilizar y las técnicas de manejo.
La mayor diferencia en el comportamiento (Performance) entre una transmisión automática y una manual está en el frenado con motor en bajadas. El embrague mecánico de la transmisión manual tiene la ventaja de frenar la velocidad del vehículo. El engrane de baja y el convertidor de torque a bajas revoluciones ayudan a la transmisión automática, pero no permiten un 100% de embrague.
La transmisión manual puede no requerir el uso de los frenos en una bajada pronunciada mientras que la transmisión automática siempre necesita un pie sobre el pedal del freno para mantener baja la velocidad.
Manejar con transmisión manual requiere de la toma de decisiones, hay que elegir el engrane correcto para llevar a cabo la acción. El uso excesivo del acelerador provoca cargas de impacto muy severas al tren motriz (bastidor, suspensiones, motor y caja).
En un auto manual (mecánico) se debe adquirir el hábito de dejar que el tren motriz trabaje a su propio ritmo antes de pisar el acelerador a fondo. Por su parte, la transmisión automática tiene mejor comportamiento en casi todos los terrenos sin el temor a atascarse, en promedio puede subir de forma más segura el terreno en donde un vehículo manual se atoraría y rebotaría sin control.
Está de moda escuchar que un auto con transmisión manual también puede ser usado en modo automático, a esto se le conoce como caja secuencial. Esta tecnología, empleada originalmente en 1989, designa un mecanismo de control sobre las cajas automáticas con gestión electrónica. La idea es ofrecerle al conductor en una misma caja de variación, las posibilidades de conducción manual o automática.
La diferencia básica y más importante entre conducir un vehículo automático y uno mecánico es que en el automático no se hace uso del ‘clutch’, ya que el cambio se efectúa de forma automática como su nombre lo indica.
Para conducir un vehículo automático sólo hay que poner la palanca de cambio en una de las velocidades (Drive), pisar el acelerador y el freno para detener el auto. El paso de unas velocidades en sentido ascendente o descendente las hace el sistema de forma automática. Para la reversa simplemente se coloca la palanca en R (Reverse) y se acelera.
A los amantes de las transmisiones manuales les provoca dolor de cabeza pensar en cambiar a una transmisión automática y viceversa. Existen ventajas y desventajas en cada tipo de transmisión, pero mucho depende de lo que a uno le gusta utilizar y las técnicas de manejo.
La mayor diferencia en el comportamiento (Performance) entre una transmisión automática y una manual está en el frenado con motor en bajadas. El embrague mecánico de la transmisión manual tiene la ventaja de frenar la velocidad del vehículo. El engrane de baja y el convertidor de torque a bajas revoluciones ayudan a la transmisión automática, pero no permiten un 100% de embrague.
La transmisión manual puede no requerir el uso de los frenos en una bajada pronunciada mientras que la transmisión automática siempre necesita un pie sobre el pedal del freno para mantener baja la velocidad.
Manejar con transmisión manual requiere de la toma de decisiones, hay que elegir el engrane correcto para llevar a cabo la acción. El uso excesivo del acelerador provoca cargas de impacto muy severas al tren motriz (bastidor, suspensiones, motor y caja).
En un auto manual (mecánico) se debe adquirir el hábito de dejar que el tren motriz trabaje a su propio ritmo antes de pisar el acelerador a fondo. Por su parte, la transmisión automática tiene mejor comportamiento en casi todos los terrenos sin el temor a atascarse, en promedio puede subir de forma más segura el terreno en donde un vehículo manual se atoraría y rebotaría sin control.
Está de moda escuchar que un auto con transmisión manual también puede ser usado en modo automático, a esto se le conoce como caja secuencial. Esta tecnología, empleada originalmente en 1989, designa un mecanismo de control sobre las cajas automáticas con gestión electrónica. La idea es ofrecerle al conductor en una misma caja de variación, las posibilidades de conducción manual o automática.
La mayor diferencia entre una transmisión automática y una manual está en el frenado con motor en bajadas.
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