SORDERA DEL MP3 AUMENTA EN NIÑOS

J. BOURNE Tiene quince años y entra en una consulta médica con un zumbido en el oído que no se va y apenas le deja dormir ni concentrarse. No puede oír el silencio porque un "pi" agudo le acompaña desde hace tres días. Este fenómeno (que si permanece se llamará acúfeno), manifiesta un daño en el oído y ha sido provocado por un mal uso de los auriculares y por escuchar intensidades próximas a los 100 decibelios.

Se trata de un caso real, que engrosa la estadística de unos 2.860 jóvenes de entre 14 y 26 años de Vigo que sufren pérdida de audición (el 6,7%). Mientras, la media en otras ciudades españolas ronda el 3%.
Otorrinos advierten de que cada vez se encuentran más casos desde los 15 años con trauma acústico por ruidos intensos en el oído. Algunos, incluso en edades en las que no acuden a discotecas –otra fuente de sonidos de alta intensidad–. La clave en estos casos es "verlos pronto", asegura el presidente de la Fundación Colegio Médico de Pontevedra y otorrinolaringólogo del Chuvi, Dionisio Alonso. "Yo tengo pacientes con pérdida de audición total en un oído y sorderas graves", asegura, "cada vez vemos a un mayor número de jóvenes y casos de menos de 15 años, también". Estar con auriculares a intensidades superiores a 60 decibelios (el volumen que se recomienda no superar) y mantenidas más de dos horas puede perjudicar la audición y producir pérdida.

Otro de los otorrinos consultados del Chuvi, Jesús Araújo, explica que patologías que antes se sufrían con más de 60 años, están empezando a verse a los treinta. Influyen los auriculares y también estar sometido a música mucho tiempo en espacios cerrados (coches tuneados con equipos de alta intensidad y discotecas). "Todos los chicos que se someten a más de 100 decibelios están exponiendo al organismo por encima de su nivel de protección".

Cuando avanza la lesión, lo primero que se pierde es la audición de sonidos agudos y es cuando normalmente la familia se da cuenta. Es decir, sufre una pérdida selectiva de oído: oye bien pero comprende mal porque han perdido una parte de agudos y no escucha la palabra completa. También es revelador que el chico tenga la televisión más alta de lo normal.

Más en centros urbanos
¿Por qué se registran más casos en Vigo? Las razones a las que apuntan los expertos es que las nuevas tecnologías tienen mayor incidencia en poblaciones urbanas. Eso, y que las calles de Vigo son muy ruidosas. Así, cuando lo normal sería que el sonido ambiental no superase los 55 decibelios, en hora punta y en una calle conflictiva, el ruido de Vigo "puede llegar a los 80 u 85", asegura Alonso. Por eso, los jóvenes tienen que aumentar el volumen de sus auriculares para escuchar la música cuando caminan por la calle. Y es en esos casos, cuando no son conscientes del efecto sobre los oídos. "La mitad de los que llegan con pitidos conseguimos reducirlo con un tratamiento a tiempo, si pasan tres meses ya no podemos hacer nada".

Otros estudios han probado que la escucha de mp3, i-pod y otros aparatos que usan auriculares y que pueden llegar a los 110 decibelios durante mucho tiempo, tienen efectos negativos sobre el oído. Representan un mayor peligro porque la fuente de sonido está metida directamente en el oído.

El mejor tratamiento es la prevención, por lo que los expertos recomiendan la ley del "60-60-60". Esto es, no superar los sesenta decibelios de sonido durante más de 60 minutos. Y luego, descansar otros sesenta, para no saturar al oído.

En Galicia, 50.000 ciudadanos (según el estudio) se ven afectados por pérdidas de audición. De ellos, el 38% comprenden edades de entre 45 y 55 años, mientras que entre los jóvenes el 6% están entre los 16 y los 28 años.

En un sondeo elaborado hace un par de años en Reino Unido, por la empresa Deafness Research UK, el 14% de las personas de entre 16 y 34 años utilizan sus reproductores de música personales 28 horas a la semana.

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